Si nos adentramos en las montañas de este bello Pueblo Mágico, podremos descubrir un gran tesoro, ¡un café de altura! Y no lo decimos porque sea cosechado entre montañas, porque en verdad es de altura, de calidad.

Sembrado y cosechado por manos Poblanas que dejan amor y pasión en cada grano. Y si eres de las personas que disfrutan de una taza por las mañanas, te aseguramos que Cafe Sol Negro te transporta a una cabaña entre los arboles de Cuetzalan, con la neblina baja y el aire golpeando suavemente tu rostro, mientras das un buen sorbo a tu café recién hecho.

Este bello lugar está ubicado en los límites de Puebla y Veracruz, es conocido por la tradicional danza de los voladores, su zona arqueológica de Yohualichan, y por un inigualable café, te aseguramos que no es casualidad el nombre de Pueblo MÁGICO, es un digno representante de esta denominación.

EL CLIMA PERFECTO

Su clima predominante es semicálido húmedo, ideal para cosechar un buen café, porque aunque suene extraño, el clima influye mucho en el sabor final, así se logra obtener un mejor aroma y tostado, es por ello que no en todos lados se puede dar.

Para que un café que tomas por las mañanas (o durante todo el día si eres fan como nosotros) tenga un sabor tan exquisito y con un aroma espectacular, tuvo que haber sido sembrado en temperaturas y suelos específicos, tal vez nunca te habías puesto a pensar eso, pero ahora, cada que lo prepares por la mañana, podrás imaginar a una persona colocando esa semilla que va a florecer, para luego ser cosechada, molida y puesta en el empaque que está en tu cocina, a un lado de tu cafetera llena de un placentero líquido oscuro que inunda tu hogar de un agradable olor que desprende, un olor que te hace despertar por las mañanas.

EL SABOR DEL RECUERDO

No sé ustedes, pero como buena amante del café, ansío prepararlo en mis mañanas ocupadas, me da ese espacio de relajación que necesito antes de comenzar mi día, y como no relajarse con el sabor que tiene.

He tenido la oportunidad de quedarme en una cabaña en este bello pueblito, y de cortesía el lugar ofrecía café y pan, el mejor acompañante, por cierto. Y ahora, cada que preparo café y empieza a oler la casa, siento que vuelvo a ese lugar y estoy sentada afuera de la cabaña en una silla de estilo campirano, con muchísimo frio y viendo los arboles cubiertos por la neblina, así que en el momento en que doy un sorbo, de nuevo estoy ahí. Ese es el poder de un gran sabor, te hace recordar un momento exacto, te hace sentir que aún estás ahí, y lo mismo sucede con los aromas, ya sea un perfume, el olor de una comida, una bebida u otra cosa, te lleva a través  del tiempo y te hace recordar y volver a sentir la experiencia que en aquel momento estabas sintiendo.

EL MEJOR ACOMPAÑANTE

Tal y como lo mencioné, el mejor acompañante de un café, es un pan. Siempre será una buena idea y una buena combinación, va con todo. En lo personal, disfruto mucho de un pan dulce, con un café cargado y sin azúcar, hace un equilibrio perfecto.

Por otro lado, en Enero es el compañero perfecto para la rosca de reyes, en Febrero con los tamales de la candelaria, de Marzo a Agosto con un pan tostado para cuidar la dieta, pero ya entrados en Septiembre, su compañero vuelve a ser un tamal para festejar el día de la Independencia, de Octubre a Noviembre combina con el delicioso pan de muerto y finalmente en Diciembre, pues hace frío y combina con cualquier cosa.