Si quieres tener al alcance de tu mano un producto totalmente natural, sabroso, nutritivo y que ayude a tu cuerpo por dentro y por fuera, quédate hasta el final del artículo para saber un poco más de este maravilloso alimento.

En Babilonia, Egipto, Grecia, África, la India, Madagascar y en un sinfín de lugares más se ha dado, desde tiempos inmemoriales, un papel muy importante a la miel de abeja, llegándose a considerar incluso como un regalo divino o utilizada en rituales.  

Aristóteles narra, en su “Historia de los animales”, que la miel era de origen celeste, quizás por sus múltiples propiedades curativas y por la dulzura de su sabor, caía del cielo sobre las hojas de las encinas y sobre las flores de las plantas en forma de rocío y de allí era recogida por las abejas, haciéndose acompañar por los primeros rayos del sol. Por su parte, Virgilio, en sus “Bucólicas” admite que la miel es como rocío sagrado que cae del cielo, como don y regalo de los dioses.

Si bien muchas culturas han apreciado y disfrutado la miel, alguna vez te has preguntado, ¿Por qué las abejas producen miel? 

Las abejas producen miel porque …

Es la forma en la que almacenan alimento que será utilizado en los meses más fríos, cuando no hay producción de flores de las que obtienen el néctar. Además, la miel sirve como alimento para las larvas en sus primeros estados de vida y para las abejas mismas. Un panal de abejas puede llegar a consumir hasta 50 kg de miel al año.  

¿Y cómo es que una abeja produce miel?  

El proceso de “hacer miel” comienza con el forrajeo que hacen las abejas obreras del néctar de las flores. Este proceso no es realizado ni por los machos, ni por la reina, solo por las obreras. Una vez que encuentran una fuente de alimento, las abejas se lanzan y utilizando su larga lengua absorben pequeñas cantidades de néctar. 

Cuando las abejas recolectan el néctar, puede viajar por una de las 2 válvulas que las abejas tienen en su boca y que llegan a dos lugares diferentes. Una de las válvulas llega hacia el estómago, ahí el néctar puede ser digerido sí la abeja está hambrienta. La segunda, lleva el néctar hacia un área conocido como “estómago de la miel” y aquí se almacena temporalmente sin ser digerido, en esta estructura el néctar comienza a mezclarse con la “enzima de las abejas” y se comienza el proceso de producción de la miel.

Una abeja tiene que recolectar miel de más de 1000 flores para poder llenar su estómago. El estómago lleno puede pesar casi lo mismo que la propia abeja.  

Ya en la colmena, el néctar es pasado del estómago de una abeja al de otra, en una cadena sucesiva, lo que permite que la miel obtenga cada vez una mayor cantidad de “enzima de las abejas” y que se vaya eliminando parte de la humedad que está presente en la mezcla de enzima y néctar. Posteriormente, la mezcla de néctar y enzima es depositada en unas celdas de cera, llamadas panales. Estos son de forma hexagonal y están hechos con cera de abeja, y funcionan como un frasco de almacenamiento. 

Cuando la miel es almacenada en el panal, esta contiene aun mucha humedad, por lo que las abejas agitan sus alas para que el agua se evapore. Después de un tiempo, el contenido de agua se reduce hasta en un 17%. Una vez evaporada el agua, las abejas cierran las celdas agregando más cera. El eliminar la humedad previene el crecimiento de bacterias y hongos en el panal ya que estos microorganismos no pueden multiplicarse en ambientes ácidos con concentraciones de azúcar muy altas, es por esto que la miel jamás se descompondrá o se echará a perder. 

La miel te hace bien por dentro y por fuera.  

Mucho se escucha de las ventajas nutricionales de la miel y se sabe que desde la antigüedad la miel ha jugado un papel muy importante en la medicina tradicional durante siglos. 

Algunos de los usos medicinales de la miel, que han sido evaluados por grupos de científicos alrededor del mundo, son:

  • Para aliviar problemas del hígado, cardiovasculares y gastrointestinales.
  • Como un antibiótico natural ya que inhibe la actividad de bacterias que causan enfermedades como la salmonelosis e infecciones estomacales.
  • Posee actividad antinflamatoria y puede ayudar a que una herida sane más rápidamente.
  • Detiene el sangrado de una herida superficial.
  • En el tratamiento de quemaduras leves.
  • En el tratamiento de la gastritis y úlcera gástrica. 
  • Para aliviar infecciones causadas por hongos.
  • Entre muchas otras más.

Como te darás cuenta, la miel nos sirve para estar bien alimentados, obtener nutrientes importantes y también para poder ayudar a nuestro organismo a recuperarse de diversas enfermedades. Sin embargo, tenemos que ser muy cuidadosos de que la miel que consumamos sea siempre totalmente natural, que no esté mezclada con otros componentes, que no haya sido procesada industrialmente o pasteurizada, ya que todo eso inhibe sus propiedades nutritivas y curativas. 

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